RUTENIO, UN GRAN DESCONOCIDO
Imagine que existiera un mental tan misterioso y elegante que diera un aspecto único a cualquier joya, y que, además, contara con una serie de cualidades que elevaran el resultado final de la misma mejorando sus propiedades. A este metal se le conoce como rutenio.
UN GRAN DESCUBRIMIENTO DE POCOS AÑOS DE ANTIGÜEDAD
De la familia del platino, el rutenio (Rh) fue descubierto en 1844, en la Rusia zarista de Nicolás I, por el químico y naturalista Karl Ernst Klaus, y, debido a sus excelentes propiedades (resistencia a la corrosión y dureza), es empleado actualmente en el campo de la tecnología, principalmente como parte de conductores y catalizadores.
La rareza de este metal precioso y la dificultad que conlleva aislarlo, hacen de él un elemento costoso. Por su brillo, su resistencia y la rareza del mismo, también es muy apreciado en la alta joyería.

SU EMPLEO EN JOYERÍA
En el sector joyero, podemos encontrar este curioso metal aleado con platino o paladio, a los cuales les confiere una resistencia extra a la corrosión y al deslustre, además de mayor dureza.
También se emplea como recubrimiento de otros metales, proporcionando el acabado oscuro e incluso negro tan característico y desado por muchos. Si bien es cierto que los baños de rutenio pueden experimentar cierto desgaste con el paso del tiempo, éstos son duraderos y actúan como una película protectora que aumenta la resistencia de la joya a la corrosión y al deslustre. No hay de qué preocuparse porque siempre se le puede volver a dar un baño con el que recuperar su aspecto original.
CÓMO SE APLICA
Comúnmente, los baños son asociados al oro y la plata, pero este preciado metal no queda exento de ser empleado. En este proceso conocido como electrodeposición, las joyas se sumergen en una solución que contiene sales de rutenio disueltas, la cual se somete a una corriente eléctrica que provoca que se depositen los iones del metal en la superficie de las piezas de manera uniforme, creando una fina capa que protege y confiere la tonalidad y el brillo tan característicos.

CUIDADO Y MANTENIMIENTO
Aún siendo resistente a la corrosión, es conveniente evitar el contacto con químicos como perfumes, cosméticos o productos de limpieza. Por otro lado, mantener las joyas en un lugar seco y protegido ante rayaduras, nos asegurará que su apariencia no se vea alterada. Los estuches son una gran opción dicho cometido.
Para limpiar adecuadamente las piezas de rutenio, se pueden emplear los conocidos paños de joyero e incluso cepillos de cerdas finas junto con agua tibia y un jabón no abrasivo que ayuden a ablandar y eliminar los residuos que se hayan incrustado en ellas.
Si busca una limpieza exhaustiva, las máquinas de ultrasonidos son un complemento ideal para acabar con los rastros de suciedad, inclusive aquellos inaccesibles para los métodos de limpieza convencionales. A pesar de sus ventajas, nuestro consejo encargar este trabajo a un joyero experto que se encargue de ello puesto que su mal uso sí que podría dañar la joya.
Ante cualquier duda, recomendamos encarecidamente llevar las joyas a una joyería profesional que sepa cómo afrontar el proceso de limpieza y así les devuelva el brillo y acabados deseado.