CÓMO CUIDAR Y LIMPIAR EL ORO
El oro de 18 kilates, también conocido como oro de primera ley, es el más recomendado para la realización de joyas, pues se trata del que más duración y brillo ofrece al estar compuesto de un 75% de oro puro y un 25% de otros metales que aportarán a la aleación la dureza y resistencia necesarias para reducir la aparición de arañazos y deformaciones. Ningún joyero que se precie trabajará con oro puro por la imposibilidad de manipular adecuadamente la pieza, además de que ésta se deformaría rápidamente.
POR QUÉ SE OSCURECE EL ORO
El oro puro, debido a sus propiedades elementales, no se oxida y es resistente a la corrosión. Sin embargo, sí que puede reaccionar ante el aire y la humedad, y formar sulfuro de oro, que paulatinamente provocará el oscureciendo el metal. Por otra parte, en algunas aleaciones, como aquellas que contienen cobre o plata, la joya puede sufrir ennegrecimiento a raíz de la oxidación de estos otros metales. Dicho proceso se acelerará en ambientes con altos niveles de contaminación y por el contacto con determinadas sustancias químicas como los productos de limpieza, fragancias o cosméticos.
CÓMO CUIDAR LAS JOYAS DE ORO
Al igual que sucede con la plata, lo recomendable es no guardar las joyas de oro en lugares excesivamente secos o húmedos, ni tampoco someterla al contacto con productos químicos corrosivos. Nuestra recomendación es que se quiten las joyas antes de dormir, cuando se vayan a lavar las manos, cuando vayan a entrar en contacto con productos corrosivos, o cuando vayan a practicar deporte.
Según los metales con los que se alee el oro, hablaremos de un tipo u otro y habrá que seguir una serie de cuidados específicos llegado el momento de realizar el proceso de limpieza. Cabe señalar que ninguna clase de oro es mejor que las demás, todo dependerá de los gustos y el estilo de cada quien que porte la joya.
ORO AMARILLO
Es el más conocido y se logra combinando el oro con plata y cobre. Además, es el más fácil de mantener pues, en las condiciones óptimas, casi no se oscurece.
Simplemente, habrá que sumergir la joya en una mezcla de agua con lavavajillas durante 15 minutos aproximadamente, y frotarla a continuación con un cepillo de cerdas suaves. Recomendamos los cepillos para encías sensibles o los cepillos para bebés. Después de estos pasos, basta con enjuagar la pieza con agua caliente y secarla con un paño de microfibra.
ORO BLANCO
Esta aleación es el resultado de fundir el oro puro con otros metales de tonalidad blanca, como la plata, el platino, el paladio, el manganeso o el níquel. En este metal, la suciedad y los microarañazos son más visibles que en el oro amarillo, lo que conlleva que los cuidados deban realizarse con mayor frecuencia, aunque de un modo igual de sencillo:
Para limpiar las joyas de oro blanco, ha de preparar una mezcla de vinagre con bicarbonato. La proporción es de una taza del primero a dos cucharadas del segundo. El siguiente paso es introducir en el líquido la pieza y dejarla ahí durante unas dos horas. Entonces la podrá sacar y enjuagar con agua caliente para, por último, secarla con un paño de microfibra.
ORO ROSA
Para obtener esta bella tonalidad, se combina el oro puro con plata y cobre, el cual le da el rosado tan característico.
En cuanto a su limpieza se refiere, basta frotar el metal con un cepillo de cerdas suaves y pasta de dientes (la tradicional, no la de gel) sin efectos abrasivos ni blanqueadores. Es importante que contenga en su composición bicarbonato sódico. Si la pasta de dientes no es suficiente o no te convence, introduzca la joya en agua con lavavajillas, déjela en ella unos 15 minutos y siga el resto de instrucciones que señalamos más arriba.
Este proceso lo podrá repetir más veces pero siempre teniendo en cuenta que existen piedras que podrán verse perjudicadas debido a este tratamiento y habrá que seguir otros.
PAÑO DE JOYERO
Otra manera de dar lustre al oro es mediante los paños de joyero o gamuzas especiales para limpiar oro, que nos ayudarán a pulir la joya eliminando también la suciedad de la misma.
ULTRASONIDOS
Por último, independientemente del tipo de oro, conviene mencionar el baño ultrasónico, el cual, si bien es cierto que presenta complicaciones en la eliminación del óxido, es capaz de acabar con precisión, delicadeza y rapidez con la materia orgánica pegada, incluso si ésta se encuentra en los recovecos más inaccesibles de la joya. Este método de limpieza por ultrasonidos no es un sustituto sino un complemento ideal para los demás métodos existentes.
Ante cualquier duda, recomendamos encarecidamente llevar las joyas a una joyería profesional que sepa cómo afrontar el proceso de limpieza y así les devuelva el brillo y acabados deseados.